Puñetas en Público

Masturbándose en público desde junio del 2004.

viernes, octubre 21, 2005


Hoy a las 8 PM. Esperemos haya mucho vino.

martes, octubre 18, 2005

Pégame a mi

A ella la vi por primera vez en 1992. Me encantó desde el primer momento que la ví sentarse en el mesabanco junto a mi el primer día de clases de ese año escolar. Sentí demasiadas cosas en mi panza y no sabía que hacer al respecto. Terminé peleandome con ella todos los días por todo el siguiente año.

Le jalaba el pelo. Me tiraba un papel. Le quitaba la liga. Me daba un manotazo. Le decía que no la soportaba. Me escondía mis cosas. Si yo faltaba a clases, ella me hablaba con algun pretexto estúpido para ver que tenía. Yo hacía lo mismo. Yo la adoraba y ella me adoraba. Cada vez que ella me lastimaba, me sentía el centro de su mundo y cada vez que me hacía daño, me sentía querido.

Peleabamos hasta la hora de salida de clases y si lográbamos huir de todos los compañeros, nos abrazabamos y caminábamos juntos. Yo besaba su cabeza y ella me besaba donde ahora esta mi patilla.

Un lunes de mayo pedí que me llevaran muy temprano a la escuela, había visto rosas muy bonitas en una casa cercana y estaba decidido a cortar una para regalársela. No sabía como reaccionaría ella, pero estaba decidido a averiguarlo.

Corté la flor mas bonita que encontré, la guardé en mi mochila y regresé a la escuela antes de que sonara el timbre de las 8 que marcaba el inicio de clases.

Entré a mi salón de clases para dejar mi mochila y después salí con la rosa en la mano para buscarla.

La encontré afuera. Con él.

Él, el pendejo, el mas guapo, el que hace un mes cortó con la niña mas bonita (en opinión de muchos) de la escuela, el que en los recesos se iba al campo de beisbol con la morenita de ojos verdes del sexto "D". Pinche puto de mierda.

Él le quitó la liga del cabello. Ella le pegó un manotazo. Los dos sonrieron.

Traté de soltar la flor, pero las espinas estaban enterradas en mi mano por el puño que hice cuando los vi juntos.

Ella nunca volvió a sentarse junto a mi.

Esa fue la primera vez, en toda mi vida, en la que morir no sonaba como algo malo.

martes, octubre 04, 2005

I don't look for drugs (drugs look for me)

Todos los días llego a las cuatro de la tarde a abrir la oficina. Dejo el carro en la cochera y hago todos los rituales de apertura: refrigeración, ventanas, buzón de voz y todo eso. A esa misma hora, llega también la doctora que vive enseguida, siempre la saludo antes de entrar. Siempre traigo una menta en la boca a esa hora.

Me bajé del carro e iba a abrir la oficina, pero me di cuenta que la doctora me estaba viendo directamente. Creo que apesto.

"Que no venga, que no venga, que no venga" me dije en voz muy baja, pero ya venía hacia mi.

"Buenas tardes" me dijo.

"Buenas tardes" le contesté "¿Como esta doctora?"

"Muy bien, muy bien" me dice sonriendo "¿y usted?" me preguntó, casi no podía aguantar la risa. Me habló de usted.

"Medio cansado" le dije. "Me pega el insomnio muy gacho"

"Ah, con razón siempre te ves ojeroso" me dijo.

Durante los próximos cinco minutos, platicamos sobre remedios para el insomnio: valeriana, copas de vino antes de dormir, etc.

"Estoy pensando ir con un doctor, un psiquiatra o algo así" le dije.

"Asssh" hace una cara de disgusto. "Espérame".

Entró a su casa y la esperé durante unos cuantos minutos.

"Toma" me dice y me entrega un pedazo de papel color beige, del tamaño de media hoja carta. "Esto te van a terminar dando los psiquiatras".

"¿Que es?" le pregunto, pero ya se lo que es. La receta dice Diazepam 5 mg. Dice el nombre de la doctora, su dirección, teléfono y trae un sello y un folio de la Secretaría de Salud.

"Es para dormir" me dice "pero el psiquiatra va a querer que vayas cada dos semanas para estarte sacando dinero". Me pude dar cuenta que no soporta a los psiquiatras.

Estoy tratando de no sonreir. De no ponerme a brincar y a gritar. Tengo que verme cansado, enfermo, con insomnio.

"¿Y que hace?" le pregunto a la doctora. I'm so full of shit. Quiero un oscar.

"Te relaja y te da seueño" me dice "tómate primero la mitad, y si no te da sueño, tómate la otra mitad".

"Ah, ok" le digo. Claro que si. La pinche mitad solamente. Yeah, right.

"Muchísimas gracias" me despido.

domingo, octubre 02, 2005

Latrodectus hesperus (en otro 2 de Octubre)

Era muy chiquita, solo la hice a un lado con mi mano. No pasa nada. Seguí sentado en la computadora como si nada hubiera pasado.

Cinco minutos despues, tenía dos puntitos rojos en mi pie, me duele. Parecía que estaban encajando un picahielos en mi pierna, de la rodilla para abajo. Luego un poquito arriba de la rodilla, hasta que a la media hora, dolía toda mi pierna.

Me acosté y traté de relajarme, quería que se me olvidara el dolor. Empecé a respirar profundamente para calmarme. Empezaba a salivar como perro, y despues se me secaba la boca. Saliva ON. Saliva OFF. ON. OFF.

No se cuanto tiempo pasó, si me desmayé o quedé dormido, pero en cuanto abrí los ojos, sabía que tenía que vomitar. Y vomitar. Y vomitar.

Me acosté de nuevo empapado de sudor. Todo me daba vueltas y me empezó a doler la panza y la espalda. Dolor, dolor y mas dolor.

Decidí que fumar era una buena idea, pero mi imposibilidad de quedarme de pie me corrigió. No recuerdo nada mas.

El siguiente día amanecí sin estar mareado, pero casi no podía mover la pierna. Así fue durante la siguiente semana.

Nunca tenemos la certeza de que al próximo amanecer, estaremos vivos, inundaciones, terremotos, incendios, psicópatas, designer viruses, nuclear warheads, Martha Sahagún, pero cuando te acuestas con la posibilidad MUY real de que tal vez ya no despiertes, es imposible seguir viviendo como lo habías hecho hasta ese día.

En el fondo siempre supe que era una viuda negra. Sabía que iba a doler un putero.

¿Motivos? Nunca los he necesitado. Solo quería ver que pasaba.