(Go downtown with the) Drugs in my body

Estaba empapado de sudor. El obturador estaba muy abierto. Todo brillaba demasiado. Me costaba trabajo...todo. Thank you very much, Dr. Hoffmann.

Estaba sentado en un sillón que sacamos al balcón del cuarto piso. Mareaux no podía parar de reir y Jim Reid de Jesus and Mary Chain estaba viendo, como lo ha hecho las ultimas tres horas, una esfera de obsidiana que hace semanas había encontrado.

"Voy al Oxxo, ¿quieren algo?" les pregunté con mi cara roja. "Voy por agua".

"Sortirez-voahhhh...uh, ¿vas a salir?" preguntó Mareaux.

Creo que les respondí que si. No estaba seguro de nada. No se si me dijeron que querían cerveza, pero yo decidí que eso les iba a comprar.

No hacía tanto calor para estar sudando como yo lo estaba haciendo.

Caminé por un lado de Chapultepec, en estos momentos llena de la vida de sábado en la noche de Guadalajara, hasta que unas percusiones me llamaron hacia el otro lado de la calle.

Los letreros decían que era un recinto de rumberos. Yo no era rumbero, pero quería entrar. No se porque, pero era necesario que lo hiciera. Tenía que prepararme. Me preguntarían mi nombre.

Pero, ¿por que habrían de preguntar mi nombre? Hijos de puta. Me descubrirían. Soy un chingo de cosas, pero rumbero no es una de ellas. Chingadamadre.

Las percusiones empezaron a ser acompañadas de un tipo gritando "DEVÓRAME OTRA VEZ" una, dos, tres, mil veces. Estaba parado en la entrada del lugar, a dos metros del guardia que bloqueba la entrada y me dedicaba exclusivamente a sudar.

DEVÓRAME OTRA VEZ

DEVÓRAME OTRA VEZ

"No soy rumbero, no soy rumbero, no soy rumbero" intentaba decir, pero mis labios se movían sin que saliera sonido alguno.

Salí del lugar sin haber entrado.

Iba a necesitar agua y cigarros para sobrevivir la noche.

Chicky

Son las cinco de la tarde y no he probado bocado.

Ninguna neurona hizo su trabajo cuando decidí entrar a KFC. Fucking KFC.

El hambre no me dejó salir de la fila para ordenar una hamburguesa de algo que cuando vivo, supuestamente era un pollo.

Ya sentado con mi vaso de RBD y mis papas, mirando por la ventana el monumento a los niños heroes, sentí que alguien me observaba.

Era un pinche mural sin color por estar en contacto directo con el sol: unos niños con caras muertas y sonrisas vacías jugaban con un pinche pollo del tamaño de un adulto con zapatos de payaso. Viste los colores de la empresa, en una mano lleva una caja con pollo, con la otra abraza a un niño muy al estilo Michael Jackson.

¿Que chingados les pasa?

¿Un pinche child molesting pollo que es canibal?

Vayanse a la verga.

La maldad del lugar empezó a golpearme. El olor. La gente. La gente comiendo.

Quise vomitar mi hamburguesa.

Casi corrí hacia afuera del lugar.

"No te dejes, cabrón" le dije al tipo de uno sesenta con gorra de KFC que casi tumbo al salir.

Wish you were here

San José del Pacífico, Oaxaca, México

Mi pinche cuarto

Un espacio pequeñisimo con un closet/librero rojo en el cual no caben los ganchos para colgar ropa, techo tan amarillo como la fiebre y donde casi todo el suelo esta ocupado por una cama caprichosamente matrimonial.

El piso sería muy chic si estuviera en una oficina en los 70s. Mentira. Ni en los setentas.

Una casera que un buen domingo a media mañana se aparece a ladrar como perro pidiendo la puta renta porque es día quince, pero que no ha podido poner la prometida duela en todo el departamento.

Una de las paredes, es el pinche closet rojo-congal. Hace unos meses, una de las sillas del comedor (yo incluido) se fue para atrás y pegó contra la parte externa del closet/librero. Dejé un pinche boquete del tamaño de un dvd.

De los cuatro cajones que tengo, solo sobreviven dos, de uno me quedé con la parte frontal al tratar de sacarlo, el otro un buen día se quedó sin fondo. De los dos sobrevivientes, uno abre si le hablas bonito, el otro solo en domingos y días feriados.

El puto colmo fue ahorita, sentado frente a la cama, estaba poniendome calcetines y una de las pinches puertas que no se pueden cerrar porque no caben los ganchos para ropa, golpeó mi cabeza, me sacó sangre y me dejó mareado.

Vivo en un hoyo que se esta desplomando.

Si tan solo tuviera un marro.

Ridin' High

Salgo tropezándome del departamento despeinado, desfajado y con una corbata mal puesta. Escupo lo que queda del cigarro de mi boca porque mis manos estan ocupadas con cuadernos, un paraguas y llaves. Esta lloviendo a lo pendejo.

Camino hacia la salida del complejo de departamentos y le hago señales a un taxi que inmediatamente se detiene.

"Buenos días, jefe" saludo y le doy la dirección.

Ahí me doy cuenta.

El taxi huele a mota. El taxista trae los ojos rojos y cerraditos.

Prefiero no decir nada y sigo leyendo mis notas para el examen que en 15 minutos voy a presentar.

Un segundo estoy leyendo, el siguiente estoy embarrado al asiento delantero del Tsuru.

Un arbol había detenido nuestro camino.

El golpe no fue duro, ya ibamos a baja velocidad por las calles chicas cerca de la escuela.

"Estas bien?" le pregunto al taxista.

No me contesta pero me mira con pánico en los ojos.

"No pasó nada, estas bien" digo en voz alta, pero lo digo para mi.

Ya no llueve.

El taxista se baja del Tsuru y empieza a vomitar. No es para tanto, pienso.

Prendo un cigarro y por impulso, prendo el taxi, pongo reversa y lo separo del arbol para medio-estacionarlo

El taxista sigue vomitando de rodillas. Bueno, no esta vomitando, hace todo el gesto -dragonazo incluido- pero nada sale de su boca.

Es un guey de mediana estatura, moreno y muy flaco, en sus últimos veintitantos.

"Sale" le grito y empiezo a caminar las últimas dos cuadras antes de llegar a la escuela, sin pagar y olvidando mi paraguas.

Ni me volteó a ver.

Just like in the movies

Hace una hora fue media noche.

Me da hueva subirme a un taxi. Voy caminando por Revolución hacia el sur.

El vibrador del celular me saca un pedo cuando empieza a funcionar para avisarme de una llamada.

"Bueno" digo sin ganas.

Me preguntas como estoy. Me dices que te preocupas por mi. Y luego me dices que soy un idiota y que jamas me quieres volver a ver en tu vida. Que soy lo peor que te ha pasado y que solo te hice daño. Que no te busque y que nunca te vuelva a hablar. Idéntico a como lo habías dicho un día antes.

Cuelgas el telefono.

No alcanzo a decir nada.

No es como si importara.

Mi estomago da vueltas. Mi cabeza da vueltas.

¿Quiero vomitar? No, no es eso. Estoy sudando frío.

Me estoy cagando.

Entre a un bar de poca monta. No había gente y me hicieron comprar una cerveza con mis ultimos 35 pesos para poder usar el baño.

No taxi for me.

Toda la furia de mi sistema digestivo hizo eco en el baño y probablemente hasta afuera del baño.

Salí del lugar, dejando mi cerveza a la mitad y empecé a caminar rumbo a casa.

Empezó a llover, just like in the movies.

Wouldn´t it be nice

"Did you see that?" me dice viendo hacia el cielo.

"The shooting staah?" le digo burlándome de su acento.

"Sod off" contesta.

Fue un parpadeo. Creo. No se que tanto tiempo pasó. Así como cuando te empiezas a quedar dormido al manejar en carretera.

"Wha?" digo riendo despues de que no pude aguantar su mirada clavada en mis ojos.

"Did you make a wish?"

"Yah."

"What did you wish for?" me pregunta.

"I wish that every kiss was neverending."

"That’s from Pet Sounds."

"I know."

Sus labios apenas tocaron los míos.

Sabía a Tequila.

"It was an unforgibably corny line" me dijo.

Sonreí y asentí con la cabeza.

"You bastard" me dice acercándose lentamente.