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Voy saltando de edificio en edificio. Las caidas de 40 pisos no son nada para mi. Mi puntería es infalible, como lo desmuestro matando a un promedio de 2 o 3 transeuntes entre cada brinco...la mayoría criminales, solo la mayoría.

Estoy en el barrio "La mugre", tengo que encargarme de Ramón Gonzalez, el psicópata que se encarga de suministrar armas al ejercito personal de Don Domingo García, el lider de "Los Muertos".

Encuentro una estación de suministro donde me detengo por municiones. Hay mas armas de lo normal. Fuck. Misiles, bazookas, rifles de energía, cluster bombs, shrapnel shootin' criminal mauling shit, the whole nine yards.

Atáscome que había lodo.

Selecciono "Continue Cleaning the City" del menú, pero me detiene una pantalla.

"Las armas que usted ha escogido, son contenido adicional que debe de ser bajado de Xbox Marketplace". Selecciono continuar.

El paquete de super autos, armas y juegos extra (missile tag, capture the flag, etc) tiene un costo de 800MP.

800 Microsoft Points. Tu balance actual es de 0 MP.

"Fuck!". Me rasco la cabeza y veo en el fondo de la pantalla: Add Microsoft Points.

Selecciono esa opción, sabiendo que no me va a gustar lo que voy a encontrar.

El menú me indica que tengo que pagar 133 pesos (mas adelante y muy escondido te indica que es esa cantidad mas impuestos) para obtener 1000 MP.

A la verga. Casi aviento el pinche control a la televisión. Casi.

Juego Rainbow Six Vegas y mi virtual environment, donde apaciblemente me retiro todos los dias por unas horas a matar gente, esta saturado de anuncios de AXE. La ciudad en la que juegas en Crackdown esta saturada de anuncios de Dodge. Solo falta que la armadura de Master Chief sea Adidas.

Extraño el Punch Out. El de Mike Tyson, los otros son puñetas.

P.Y.T. (Catching all the lights)

La niña entró al lugar caminando como modelo. O posando. Algo que implique el culo muy dilatado y cara de pendejo. Por niña me refiero a este idiota que hace años conocí y ahora es una vieja en cuerpo de vato. Con todos peor de ser mujer pero con verga.

El tipo es tan mamón que supongo que le baja cada semana o algo así.

"Ay no mames eres rete-chingón, eres la neta güey, una madrecita más y eres Paris -pinche- Gilton, con G." le grito de la manera mas hostil y borracha que se le puede gritar a alguien.

Pósale para todas las putas fotos, y ponte mas delineador. Se te corre el maquillaje, ya va a empezar "el Jostis" así que tienes que estar ahí en el dancefloor donde todos te puedan ver.

Songs are being written about you in your head. You´re so fucking cool.

You´re such a Pretty Young Thing.

Hot Child in the City.

Running wild and looking pretty.

You´re just a pose.

You´re just a fad.

Porn Sword Tobacco

"Cierra los ojos" le dice una señora a su hijo al pasar cerca del puesto de revistas. Como si fuera a funcionar.

El niño no dice nada mientras la que supongo es su madre le tapa los ojos para cruzar frente a un puesto donde venden ediciones viejas de Playboy, Penthouse, Jugs, Tangas y una que al parecer se llama 69. No me molesté en ver los nombres de las fotonovelitas porno impresas en papel periódico.

Parecen estar usadas.

Usadas.

Como si fueran revistas de sala de espera.

Solo que no son revistas de sala de espera.

El semáforo cambia y unos tipos con uniformes suben a una escalera con un cigarro gigante hecho de plástico. Lo "rompen" parados en la escalera para demostrarle al tráfico que se puede romper con el vicio del tabaco si utilizan su goma de mascar con nicotina.

El rompecigarros número 2 pierde el equilibrio y cae de espaldas sobre el pavimento. Rompecigarros número 1 cae de pie y conserva su equilibrio, culminando todo con el sonido de la escalera de aluminio pegando contra el suelo.

Rompecigarros número 1 y yo ayudamos al caído a moverse lejos del tráfico. El tipo parecía desorientado.

Caminé hacia mi casa.

Había sangre en mis mangas, pero esa era mía.

De hace semanas.

Hace mucho no lavo.

Mr. Miyagi

Mostaza normal o mostaza Dijon. Putamadre. Ya llevo como 4 minutos frente a las mostazas tratando de decidir.

Todo este tiempo han estado dos japonesas discutiendo algo frente a un carrito de super lleno hasta la mitad por un paquete familiar de rollos de papel higiénico. Una de ellas con unos jeans y un hoodie con un estampado de flores en la espalda. La otra con mayas negras, leg warmers multicolor, una blusa larga y blanca con el estampado de un punk con un mohawk en negro y letras gigantes que decían 100% punk en rosa fucsia. No hablaré de su headband con el chongo mas alto que he visto en mi vida, ni de que eran las 9 AM.

Seguía sin poder decidir que mostaza iba a llevar y las pinche japonesa punk dejó de discutir para ponerse a emitir berridos culeros y chipilones.

Respiré profundamente y me hice para atrás.

Las dos japonesas vieron mi gesto y se quedaron mirándome en silencio.

"Daniel-san" dije viendo a la punk.

No dijeron una palabra. Creo que no me entendieron.

"Punk here" y señalé mi cabeza. "Punk here" y señalé mi corazón.

"Punk never here" les dije jalando y señalando mi camiseta.

Caminé hacia las cajas y pagué.

No compré mostaza.

Sábado Gigante

Fui a una fiesta cerca del depa.

Parado frente a la puerta del lugar donde era la fiesta, me pareció buena idea no tocar, pero lo hice de todas formas.

Shakiras gordas y feas inundaban el lugar. Trompetazos y percusiones salvajes. Todo el mundo hablaba como Don Francisco.

"¿Sabes bailar salsa?" me preguntaron.

"No".

"Mojito, mojito" dije como turista gringo perdido enmedio de un carnaval caribeño.

Tania (missing III)

Acordamos vernos en donde estan la mayorìa de los bares de la ciudad. Hacía solo un poco de frío, de ese que cualquier sweater delgado o abrazo te puede abrigar.

Llegué al lugar en un carro lleno de estudiantes de Medicina, que platicaban de partos de huercos, suturas, accidentes, prepotencia en hospitales, choques de ambulancias ordenados por ellos y uso terapeutico de drogas. Los escuché con demasiado morbo.

Tania llegó por mi una hora despues.

Caminamos. Entramos a un bar algo posh en el mal sentido de la palabra. Estaba lleno de niños y niñas bien. De muy mal ver. Puro pinche naco con ropa cara.

"Vamos a hacer esto en serio" dijo Tania y salimos del lugar.

Llegamos a un antro donde toda la gente estaba sudada y olía feo. Ska. Villeras. Mal olor. El precio de la cerveza me puso de buen humor.

Bailamos toda la noche sin parar y cantamos las que nos sabíamos.

Solo hubo una interrupción.

"Ahí vuelvo Tuli, voy a vomitar" me dijo con la sonrisa que pone solo cuando habla sin quejarse.

En solo treinta segundos, estabamos bailando de nuevo. Wham. Bam. Thank you Ma'm.

Eso es no rajarse.

"A huevo" dije.

Erich and Peps(missing II)

Estabamos encerrados en un cuarto.

El Carelo con su corazón roto porque le habían bajado a la morrita y sus escazos dos años restantes de juventud, antes de que se casara y tuviera un hijo.

El Dr. Gay con todavía latente jotez y sus pestañotas que nunca me tragaré que eran naturales.

El Tulio con su bigote de chocomilk, su voz de niña, sus catorce años y una camiseta de Megadeth con la que se sentía infinitamente malvado.

Sin estar seguro, me atrevo a decir que era la primera vez que todos nos ibamos de juerga sin supervisión y con toda la ñoñería del mundo, a la playa.

Era una fiesta de quince años de compañeros de secundaria.

Erich, al que en ese tiempo mi papa apodaba "pozole", entra corriendo al cuarto.

"Guey, afuera los fresas estan escuchando Aerosmith" respirando muy audiblemente mientras se limpiaba grasa o sudor de su cara. Nunca sabías que era.

Afuera del cuarto, la Pepé había puesto un disco de Aerosmith.

No se conocían.

Adria (missing I)

Adria empieza a bajar las escaleras del metro. Yo la sigo. Por un momento olvido hacia donde vamos. No fue por un momento. Realmente lo olvidé.

"¿A donde vamos?" le pregunto. Adria es una de las personas mas abrazables que conozco.

Su respuesta se perdió entre todo el ruido de la estación.

Daba igual, yo la iba siguiendo, algo wasted y nos paramos junto a las vías a esperar que llegara el próximo tren.

No tardó mas de un minuto, pero venía saturado de gente. Todos los vagones menos uno.

Corrí y le dije a Adria que me siguiera.

Me acomodé placidamente junto a la puerda, con mucho espacio de sobra. Me despertó curiosidad porque nadie de los demas pasajeros se iba hacia donde yo me había parado y todos se hacían bola del otro lado del vagón.

"Niño, ¿no hueles eso?" me pregunta Adria cubriéndose la nariz.

No, no lo huelo, pensé, pero no contesté.

Junto a mi había un pinche cerote, amarillo como la fiebre el muy hijodeputa, y TODOS lo podían oler, menos yo.

No se si sentirme afortunado o preocuparme por mi sentido del olfato.