Justina

Entro al lugar por una puerta de servicio, despues de que revisaran mis credenciales de músico y de acceso. No se tocar la guitarra y el estuche que llevo en mi mano no lleva una guitarra adentro.

Toda la seguridad esta por fuera, así que no tengo problemas para dejar una pequeña carga de semtex (rodeada de metralla que yo mismo le puse: clavos viejos y oxidados que habìa en mi patio).

Empiezan a preguntar por el guitarrista así que desaparezco. No estoy nervioso. No hay second thoughts a última hora. Me siento listo.

Detras de bambalinas, subo por una escalera a la parte de arriba del escenario. Nadie me puede ver pero yo puedo ver a todos. Ahí estan los Ricardos (Arjona y Montaner). Franco de Vita. Alejandra Guzman.

Las mesas al rededor estan pobladas de Christians Castros, Intocables, Chayannes, y que suerte la mía, sonrío cuando veo a los de Reik en una mesa. Me pongo triste al darme cuenta que no hay Yahires ni Yuridias, pero me consuela un Eros Ramazotti muy ebrio y muy solo en una mesa.

Niurka y Bobby estan en lados opuestos del público. Se separaron. There is no love in this world. There is no hope. Just media coverage.

Ver a Carmen Campuzano y a Juan Osorio me causa algo de nauseas. Ya es hora.

Saco el H&K PSG-1. Nueve mil dólares de puro rocarol aleman de alta precisión. Le puse Justina. Solo mide un metro con veinte centimetros. Petya, que me hizo un muy buen descuento a la hora de comprarlo, me dijo que era el rifle semi-automático mas preciso de todo el mundo, por eso el precio. Pinches rusos, consiguen todo mas barato.

Tengo 2 magazines de 20 tiros cada una. Eso nos puede dejar hasta 40 celebridades muertas. Mas los que se desfiguren o mueran por la metralla y el semtex.

Doy un respiro, me limpio el sudor ocasionado por la temperatura de las lámparas a mi alrededor.

Descubro la mira telescópica. Del otro lado aparece Ricardo Arjona. Le puedo ver hasta los poros de la cara. Tengo una sonrisa de oreja a oreja.