Tapete

Me levanto a las ocho, sin saber que era sospechoso de un delito perpetrado a unos cuantos metros de mi cuarto. Prendí la tele y escogí la ropa que me iba a poner para ir a trabajar, sin saber que la inquisición española me esperaba fuera de mi cuarto. Los chicos de Smallville sobrevivían una lluvia de meteoritos con el mismo drama que sobreviven el ordenar una taza de café y yo salía de mi cuarto a un juicio, sin saberlo.

"Buenos días Marco" me dijo mi madre con un tono que me indica que probablemente ya la cagué.

"¿Ahora como la regué?" me quejé.

"Entré al baño junto a tu cuarto" dijo mi madre. "Todo apestaba a miados".

"¿Huh?"

"El tapete del baño estaba empapado de orines, creemos que fuiste tú o fue la pantunfla".

No pude evitar notar como yo era el sospechoso número uno, antes que la springer spaniel de la casa.