Puñetas en Público

Masturbándose en público desde junio del 2004.

lunes, octubre 18, 2004

Despedidas de fin de semana


Nebulah

Llegamos a las once cuartenta de la noche al evento. Estaba en la quinta chingada y el mapa que nos dieron dejaba que desear. Yo todavía andaba crudo del tokin-peda-after-despedida en casa del Cobos.

Yo y mi chapstick ibamos listos para rockear como el infierno, así que me bajé apresurado solo para darme cuenta de que las puertas todavía seguian cerradas. Utilizando como pretexto las chicas que necesitaban el baño y las palancas (ja!) con los organizadores entramos al lugar: una casita con un baño y unas tornas (area dos) y en la parte de afuera (area uno) otras tornas con psicodelia y estructuras de tela hechas por el OM y el Junior (creo).

Despues de ahí, solo se que pasaron cosas, pero no se cuales fueron realidad y cuales solo las imaginé.

Paloma me llamaba Enrique Guzman y me pedía canciones que terminaba cantando ella. Saúl tiraba cerveza (lo iban a golpear). El Paya aparecía y desaparecía. Creo que saludé veinte veces por primera vez al Carlitos Cota, tambien a René, aunque no estoy seguro de eso último, René siempre me parece una caricatura y no se si la vi ahí o la imaginé junto con él.

Al Dany, Junior, Cobos y al Cota los ví trabajar toda la noche. Saludé a un dude que andaba de biker con una morra a la que se veían los nipples y una lesbiana que se la quería ligar. Sashenka me felicitó cuatro veces en diez minutos por mi extenuante labor de limpieza de cocos. El Isaac andaba de psicópata.

El OM tocó bien chido. El güey de rojo andaba navegando entre portales. Sandra (Larry) nos escuchaba decir babosadas a mi, a Sandrita y a la Güera, admiré su capacidad de permanecer sobria y cuando la iba a empezar a envidiar, me tomé una cheve y se me olvidó.

Saludé a Melina dos veces, para despues recordar que Melina no había ido al evento. Despues el Pío me presentó a una morra que se parecía mucho a Mels y decía que el Pío estaba en la delgada linea entre interesante y gracioso. El Camarena quería ir al Office Depot y a Kino.

Ya saben como pasan las cosas en maratones extenuantes de fiesta: risa, desmadre, peda et alt. Luego te dice quien te iba a dar raite:

"Oye guey, ya me voy, ¿vas a querer raite o te vas a ir con estos dudes?"

"No guey, ando bien enfiestado, yo consigo raite mas tarde" le contestas, solo para desear tu camita y dormir a los quince minutos y darte cuenta que el vato al que le vas a pedir raite va a irse dentro de 4 horas.

El baño se desbordó y todo empezó a oler a mierda, pero no pareció molestarle a nadie.

A las cinco de la mañana, todo lo que se hace requiere de un chingo de esfuerzo. Hablar, caminar, mantenerte de pie y pensar cosas coherentes, son un deporte extremo. Eso no pasa por fumar mota o por pistear un chingo: la magia la hace el agotamiento mental, mi nuevo hobbie.


Domingo

Llegué, desayuné con mis padres y a las 11 de la mañana del domingo me dormí con la panza llena, fisicamente destruido y mentalmente drenado. Desperté hasta las 5 de la tarde, solo para encontrarme con la noticia que nos ibamos a juntar en el Olé a pistear mas y a celebrar mas. El Chava traía las tornas en su carro y pues, tuvimos que bajarlas para ponerlas en tan desagradable establecimiento.

Al terminarme la cuarta cerveza, el Presidente Vicente Fox declaró que el lugar que ahora ocupaba mi cuerpo, mas un radio de medio metro, era zona de desastre y recibiría apoyo federal.

Incapaces de ayudarme con todo y apoyo federal, un oficial de policía me dió los santos oleos recien empezado el lunes, pero me dejó ir cuando le enseñé mi licencia y mi tarjeta de circulación. Me dijo que durmiera y por primera vez le hice caso de buena gana a un policía.