Gymnasium Faunae

Por primera vez en mi vida, fui al gimnasio a la hora chic: las siete de la tarde. Los trabajos terminan, las chicas guapas salen de la escuela y toda la banda ejerciciosa le llega duro al sudor, al bombeo del hierro y al desfile de modas.

La diferencia de vestimenta entre la gente que va a medio día (siete u ocho cabrones dentro de los que me cuento) y a las siete de la tarde, es gigantesca. Medio día implica camisetas de Berel, de alguna Candidata o de algun partido político muy viejas. Las chicas de las siete de la tarde no usan nada de eso. Camisetas de gimnasio, ropa de alta tecnología que permite la libre transpiración, y, dios bendito, los culos mas redondos y torneados que visitan ese gimnasio.

Dos güeyes enfrente de la caminadora que estaba usando se pusieron a hablar de calorías, carbohidratos, proteínas y suplementos alimenticios. Hablaron de hacer mucho cardio y quemar muchas calorías, y a uno de ellos le ganó la curiosidad: "¿Que es una caloría?" le preguntó a su compañero, el cual se quedó con la cara de "sabrá la chingada" y luego se puso a inventar un chingo de pendejadas y a confundirlo con babosadas de nutrición.

"Es la cantidad de energía necesaria para elevar un grado centígrado la temperatura de un litro de agua" les digo amablemente. No lo tomaron bien.

También me topé con un individuo que va normalmente a medio día. El guey tenía desde las dos de la tarde en el gimnasio haciendo ejercicio, haciéndose pendejo y no se que chingados mas (según me dijo). La onda es "quedarse para la hora de las morritas".

Pararse en medio del lugar y no sentir lo cargado de la atmósfera es imposible: olores animales, hormonas a tope y un chingo de sudor. It's a jungle in there.