Odio las bodas

Y en el vecino país del norte fui a tu boda. Siempre voy solo a las bodas y eso las hace mas deprimentes, y no es que me guste ir solo, lo que pasa es que cada vez que voy a una boda, me batean unas tres morras cuando les pido que me acompañen y luego ya me desanimo y no invito a nadie mas. Esta boda estaba mas canija, era fuera de la ciudad.

No soporto todo lo que tenga que ver con matrimonio. Siempre había pensado que no es una buena opción, hasta que te vi bailando la primer rolita de la fiesta con ese prieto dienteschuecos malhumorado. Yo debería estar bailando contigo.

"You look beautiful when you dance, ya' know?" te dije con mi horrible pronunciación.

"Thank you" me contestó con una sonrisa el prieto dienteschuecos.

"I was talking to her, asshole" le respondí con toda la calma del mundo.

Fingiste estar enojada conmigo, pero vi como me regalaste una pequeña sonrisa.

Como dijeron los de seguridad: "I was silently expelled from the premises", pero me valió madres. Le eché de la madre a tu ahora esposo el día de tu boda y fue suficiente para mi.

"¿Por qué tan solo?" me sorprendiste sentado afuera del hotel donde fue la boda, intrépida tú como siempre con tu vestido de novia en el estacionamiento.

"No estoy solo, le robé una botella de whisky al primate que ahora tienes por marido y tengo pensado enfiestarme junto con ella" te contesté. "¿No deberías estar ahí adentro? Digo, la boda se trata de ti y ese güey".

Me quitaste la botella de Johnny Walker, le diste un trago larguísimo y me besaste. Nos besamos como tantas veces lo habíamos hecho anteriormente, pero ese beso sabía a despedida. Antes de poder decirte algo me callaste la boca con otro beso y te alejaste.

"¿Vas a estar bien?" me gritaste de enseguida de la puerta, pero preferí ignorarte antes que mentirte y decirte que si.