Mezcal

Amaneció y me sentía con los ánimos por los suelos, así que me salí a caminar. Me fui por la calle larga que llega al gimnasio de la Uni y que nunca me aprendo su nombre. Estaba lleno de compitas teporocheando, como siempre.

Llegué al super y fui a la sección de licores. Costeño $16.50. Todavía lo abrí para olerlo y derramé un poco en la manga de mi sudadera.

La regla indica de que cuando ves a una persona, ya sea ex-novia, old flame, ligue o jale, te vas a ver lo mas culero que te has visto en mucho tiempo. Esta no fue la excepción.

Sudadera verde, cochina, con mocos de mi catarro en una manga y olor a costeño en la otra. Ojeras, despeinado, ojos rojos y muy mormado. Runny nose. Ella estaba pagando en la caja mas desocupada de toda la tienda.

"Hola Marco, ¿Como has estado? ¿Que has hecho?" me preguntó. Es de las pocas personas que no me llaman Tulio.

"Pues aquí, de alcoholico". Que pendejo estoy, no tengo idea de porqué le contesté eso."Son mentiras, no es para mi", trato de corregir, pero creo que no funciona.

"Apenas son las once y media" me dice con una mirada de desaprobación.

"Es en serio, no es para mi".

"Ok" me dice y se voltea.

"¿Como que OK? No manches, es en serio, no es para mi". El Costeño derramado en mi manga huele mas que nunca.

"Adios Marco, que estes bien" se despidió sobriamente.

Creo que la palabra huir se aplica muy bien a lo que hizo despues. Ni pedo.

Pagué el Costeño y me fui.