Violencia Infantil
Iba por la Veracruz y decidí no pasarme el amarillo en la Yañez. En la esquina de esas calles hay un Scotiabank y por ahí iban pasando una señora con su hija de tres años, máximo.
La niña corrió frente a su madre rumbo a la muy transitada Yañez, y la pinche ruca huevona solo le dijo muy sonorensemente:
"¡Eit, parate hay!" (si, del verbo haber, nada de "ahí", supongo que así tiene entrenada a la niña).
La niña no llegó a la calle, porque se detuvo en la esquina del banco donde había una escoba recargada contra la pared, abrazó la parte de abajo que estaba a su altura y se dió la media vuelta con la escoba en brazos: el mango de esta se movió violentamente por la vuelta de la niña, deteniéndose con la nariz de la mamá.
Cuando el semáforo cambió a verde y avancé, me di cuenta de que la señora estaba sangrando de la nariz.
La niña corrió frente a su madre rumbo a la muy transitada Yañez, y la pinche ruca huevona solo le dijo muy sonorensemente:
"¡Eit, parate hay!" (si, del verbo haber, nada de "ahí", supongo que así tiene entrenada a la niña).
La niña no llegó a la calle, porque se detuvo en la esquina del banco donde había una escoba recargada contra la pared, abrazó la parte de abajo que estaba a su altura y se dió la media vuelta con la escoba en brazos: el mango de esta se movió violentamente por la vuelta de la niña, deteniéndose con la nariz de la mamá.
Cuando el semáforo cambió a verde y avancé, me di cuenta de que la señora estaba sangrando de la nariz.
1 Comments:
At 10:51 a.m., marzo 03, 2005, Anónimo said…
HAHAHA
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